El Blog de Miguel de Oromí Escalada

Hace 41 años lideré un equipo para estudiar cómo se podía hacer para reducir al Estado en todos sus campos. Se percibía con claridad que el Estado impedía los derechos consagrados en el artículo 14 de la CN y era la causa de una inflación persistente del 160% anual. El foco de la propuesta fueron las empresas del Estado que, dueñas de los negocios más importantes, impedían tanto el ejercicio de la libertad de industria, como que provocaban un gran daño con productos de pésima calidad.  Sus déficits impedían derrotar a la inflación. En aquel entonces (1979 a 1982) no había privatizaciones en el mundo. La Guerra Fría continuaba, El Muro de Berlín cayó en 1989. Thatcher recién llegaba. Las privatizaciones propuestas en el libro llegaron 10/12 años después con Entel y todas las que vinieron después.  Del paso mío por el Estado nació este libro que pienso explicar en los próximos días. Para los jóvenes, debo decirles que si bien es un libro viejo de 41 años, tengan en cuenta que l

El libro nació de una experiencia en la Secretaría de Agricultura (1976/1979), tan exitosa como poco conocida. Allí, me di cuenta de la enorme necesidad de reducir al Estado, y de la sospecha que el know how adquirido era aplicable al resto del gobierno. En esos años 1976/1979, el secretario de Agricultura, Mario Cadenas Madariaga, un correntino de pañuelo celeste liberal desarrollista, tenía una vocación de cambio enorme impulsando nada menos que:  1. La liberación del comercio de granos, monopolizados por el estado entre 1973 y 1976 con resultados desastrosos. 2. La eliminación total de las retenciones a la exportación,  3. la desmonopolización del negocio de los elevadores terminales estatales que bloqueaban la salida de los granos al exterior.  Hoy puertos de Up River de Rosario 4. La racionalización de la Secretaría reduciendo mucho personal y privatizando su Obra Social. 5. Inversión Pública: fue inédita y muy meritoria su apertura mental, para descartar una inversión (300 Mill d

En esos años (1979/1980), Martinez de Hoz estaba siendo muy criticado por no reducir el gasto público. En algún momento dijo que era muy difícil y que si alguien tenía ideas mejores que las que él estaba implementando que se las arrime. Y de ahí partí al final de 1979. Con muchas preguntas: ¿Cómo iba a hacer para estudiar una  cosa tan grande y densa? ¿De qué iba a vivir en el interín? ¿De dónde iba a sacar datos de los otros sectores  en donde el estado intervenía tan fuertemente? ¿Bajo qué criterios los iba a analizar?  ¿Cómo le pagaría a los que me ayuden? Las dificultades eran enormes, pero mi deseo de enfrentarlas lo superaba con creces. Sabía que mi experiencia 1976/1979  se podía extender a otras partes del Estado , Y que para el país era absolutamente necesario pegar un golpe de timón y enfrentar sus problemas.  Vivíamos un supuesto “proceso de reorganización” en donde no se estaba reorganizando nada y seguía vigente hasta la Ley de Abastecimientos de Gelbard. La estructura del

Alberdi diríamos hoy, fue el campeón de los “influencers” . Estudió hasta hacer  una propuesta de Constitución en su libro las Bases y que se adoptó en un porcentaje altísimo, dando orígen a un gran país que duró 93 años. (1853/1946)  Un genio teórico y práctico a la vez. La CN y las ideas alberdianas tenían gran parte de las respuestas que estaba buscando, y yo no lo sabía por mi ignorancia en aquel momento de nuestra historia y de nuestra CN. Al descubrir a Alberdi y la CN, tuve  la grata sorpresa  de reconocerme en mi historia familiar. Por ejemplo, cuando yo tenía 12 años, mi padre, me enseñó de memoria el Preámbulo que tenía que recitar al día siguiente . A los pocos meses  murió.  Era profesor de Historia. Nuestra familia siempre estuvo ligada a las luchas libertarias de principio del siglo XIX y él tenía orgullo por tener esa pertenencia y quizá me la quiso legar. Ese “descubrimiento” me dio más convicción de que estaba bien rumbeado. Conclusión;  Alberdi aparece en este estudio

En  los primeros tres capítulos del libro indago sobre los motivos de la reforma, los fundamentos de su necesidad y los criterios generales a utilizar. En el resto del libro, “Casos”, analizo los distintos sectores,  ya bajo la luz de los criterios alberdianos, definidos en la primera parte, analizando la historia de cada actividad antes de su estatización, su marco regulatorio, sus principales inversiones y propongo su privatización, supresión o eliminación.   Eran los inicios de los ochenta. En el mundo no se privatizaba nada, y por lo tanto, no había de dónde agarrarse y esto hacía el desafío más fascinante pero más difícil. Unos años después, Thatcher empezó a romper los paradigmas del estatismo que venía desde la posguerra.  En la Argentina, recién se empezó a privatizar en el 11/90 con Entel, recién once años después de que se escribió este libro en 1979. Circulaba en fotocopias hasta que encontré cómo publicarlo. El mundo había cambiado con la caída del Muro de Berlín y ayudó mu